Rinconete y Cortadillo


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En la venta del Molinillo, que está puesta en los fines de los famosos campos de Alcudia, como vamos de Castilla a Andalucía, un día de los calurosos del verano se hallaron en ella acaso dos muchachos de hasta edad de catorce a quince años el uno, y el otro no pasaba de diez y siete: ambos de buena gracia, pero muy descosidos, rotos y maltratados; capa no la tenían, los calzones eran de lienzo, y las medias de carne; bien es verdad que lo enmendaban los zapatos, porque los del uno eran alpargatas tan traídas como llevadas, y los del otro picados y sin suelas, de manera que más le servían de cormas que de zapatos. Traía el uno montera verde de cazador, el 56otro un sombrero sin toquilla, bajo de copa y ancho de falda. A la espalda, y ceñida por los pechos, traía uno una camisa de color de camuza, encerada y recogida toda en una manga; el otro venía escuetoy sin alforjas, puesto que en el seno se le parecía un gran bulto, que á lo que después pareció, era un cuello de los que llaman valonas almidonado con grasa, y tan deshilado, de roto, que todo parecía hilachas; venían en él envueltos y guardados unos naipes de figura ovada, porque de ejercitarlos se les habían gastado las puntas, y porque durasen más, se las cercenaron y los dejaron de aquel talle. Estaban los dos quemados del sol, la uñas caireladas, y las manos no muy limpias; el uno tenía una media espada, y el otro un cuchillo de cachas amarillas, que los suelen llamar vaqueros.

Saliéronse los dos á sestear en un portal ó cobertizo que delante de la venta se hace, y sentándose frontero el uno del otro, el que parecía de más edad dijo al más pequeño:

¿ De qué tierra es vuestra merced, señor gentilhombre, y para dónde bueno camina?

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Mi tierra, señor caballero respondió el preguntado, no la sé, ni para dónde camino, tampoco.

Pues en verdad dijo el mayor que no parece vuestra merced del cielo, y que éste no es lugar para hacer su asiento en él, que por fuerza se ha de pasar adelante.

Así es, respondió el mediano; pero yo he dicho verdad en lo que he dicho, porque mi tierra no es mía, pues no tengo en ella más de un padre que no me tiene por hijo, y una madrastra que me trata como alnado; el camino que llevo es a la ventura, y allí le daría fin donde hallase quien me diese lo necesario para pasar esta miserable vida.

Y ¿sabe vuestra merced algún oficio? preguntó el grande.

Y el menor respondió:

No sé otro sino que corro como una liebre, y salto como un gamo, y corto de tijera muy delicadamente.

Todo eso es muy bueno, útil y provechoso dijo el grande, porque habrá sacristán que le dé a vuestra merced la ofrenda de Todos Santos, porque para el Jueves Santo le corte florones de papel para el monumento.

No es mi corte desa manera respondió el menor, sino que mi padre por la misericordia del cielo es sastre y calcetero, y me enseñó á cortar antiparas, que como vuestra merced bien sabe, son medias calzas con avampiés, que por su propio nombre se suelen llamar polainas; y córtolas tan bien, que en verdad que me 58podría examinar de maestro, sino que la corta suerte me tiene arrinconado.

Todo eso y más acontece por los buenos respondió el grande, y siempre he oído decir que las buenas habilidades son las más perdidas; pero aun edad tiene vuestra merced para enmendar su ventura; mas si yo no me engaño y el ojo no me miente, otras gracias tiene vuestra merced secretas, y no las quiere manifestar.

Sí, tengo, respondió el pequeño; pero no son para en público, como vuestra merced ha muy bien apuntado.

A lo cual replicó el grande:

Pues yo le sé decir que soy uno de los más secretos mozos que en grande parte se pueden hallar; y para obligar á vuestra merced que descubra su pecho y descanse59 conmigo, le quiero obligar con descubrirle el mío primero, porque imagino que no sin misterio nos ha juntado aqui la suerte, pienso que habemos de ser deste hasta el último día de nuestra vida, verdaderos amigos. Yo, señor hidalgo, soy natural de la Fuenfrida, lugar conocido y famoso por los ilustres pasajeros que po él de continuo pasan; mi nombre es Pedro de Rincón, mi padre es persona de calidad, porque es ministro de la Santa Cruzada, quiero decir, que es bulero ó buldero, como los llama el vulgo: algunos días le acompañé en el oficio, y le aprendí de manera que no daría ventaja en echar las bula al que más presumiese en ello; pero habiéndome un día aficionado más al dinero de las bulas que a las mismas bulas, me abracé con un talego, y dí conmigo y con él en Madrid, donde con las comodidades que allí de ordinario se ofrecen, en pocos días saqué las entrañas al talego, y le dejé con más dobleces que pañizuelo de desposado. Vino el que tenía á cargo el dinero tras mí, prendiéronme, tuve poco favor, aunque viendo aquellos señores mi poca edad se contentaron con que me arrimasen al aldabilla y me mosqueasen las espaldas por un rato, y con que saliese desterrado por cuatro año de la Corte. Tuve paciencia, encogí los hombros, sufrí la tanda y mosqueo, y 60salí á cumplir mi destierro con tanta prisa que no tuve lugar de buscar cabalgaduras: tomé de mis alhajas las que pude y las que me parecieron más necesarias, y entre ellas saqué estos naipes (y á este tiempo descubrió los que se han dicho, que en el cuello traía), con lo cuales he ganado mi vida por los mesones y venta que hay desde Madrid aquí, jugando á la veintiuna; y aunque vuestra merced los ve tan astrosos y maltratados, usan de una maravillosa virtud con quien los entiende, que no alzará que no quede un as debajo, y si vuestra merced es versado en este juego, verá cuánta ventaja lleva el que sabe que tiene cierto un as á la primera carta, que le puede servir de un punto y de once; que con esta ventaja, siendo la veintiuna envidada, el dinero se queda en casa. Fuera desto aprendí de un cocinero de un embajador ciertas tretas de quínolas y del parar, á quien también llaman el andaboba; que asi como vuestra merced se puede examinar en el corte de sus antiparras, así puedo yo ser maestro en la ciencia vilhanesca; con esto voy seguro de no morir de hambre, porque aunque llegue á un cortijo, hay quien quiera pasar tiempo jugando un rato, y desto hemos de hacer luego la experiencia los dos; armemos la red, y veamos si cae algún pájaro destos arrieros que aquí hay: quiero decir, que juguemos los dos á la veinti61una como si fuese de veras, que si alguno quisiere ser tercero, él será el primero que deje la pecunia.

Sea en buen hora dijo el otro, y en merced muy grande tengo la que vuestra merced me ha hecho en darme cuenta de su vida, con que me ha obligado a que yo no le encubra la mía, que diciéndola más breve, es ésta: yo nací en el Pedroso, lugar puesto entre Salamanca y Medina del Campo; mi padre es sastre, enseñóme su oficio, y de corte de tijera con mi buen ingenio salté a cortar bolsas. Enfadóme la vida estrecha de la aldea y el desamorado trato de mi madrastra; dejé mi pueblo, vine á Toledo á ejercitar mi oficio, y en él he hecho maravillas; porque no pende relicario de toca, ni hay faldriquera tan escondida, que mis dedos no visiten, ni mis tijeras no corten, aunque le estén guardando con los ojos de Argos; y en cuatro meses que estuve en aquella ciudad, nunca fuí cogido entre puertas, ni sobresaltado ni corrido de corchetes, ni soplado de ningún cañuto; bien es verdad que habrá ocho días que una espía doble dio noticia de mi habilidad al Corregidor, el cual, aficionado á mis 62buenas partes, quisiera verme; mas yo, que por ser humilde no quiero tratar con personas tan graves, procuré de no verme con él, y así salí de la ciudad con tanta prisa, que no tuve lugar de acomodarme de cabalgaduras, ni blancas, ni de algún coche de retorno, ó por lo menos de un carro.

Eso se borre dijo Rincón, y pues ya nos conocemos, no hay para qué aquesas grandezas ni altiveces: confesemos llanamente que no tenemos blanca ni aun zapatos.

Sea así respondió Diego Cortado (que así dijo el menor que se llamaba), y pues nuestra amistad, como vuestra merced, señor Rincón, ha dicho, ha de ser perpetua, comencémosla con santas y loables ceremonias.

Y levantándose Diego Cortado abrazó á Rincón, y Rincón á él tierna y estrechamente, y luego se pusieron los 63dos a jugar a la veintiuna con los ya referidos naipes, limpios de polvo y paja, mas no de grasa y malicia; y a pocas manos alzaba tan bien por el as Cortado, como Rincón su maestro.

Salió en esto un arriero a refrescarse al portal, y pidió que quería hacer tercio. Acogiéronle de buena gana, y en menos de media hora le ganaron doce reales y veinte y dos maravedíes, que fué darle doce lanzadas y veinte y dos mil pesadumbres; y creyendo el arriero que por ser muchachos no se lo defenderían, quiso quitarles el dinero; mas ellos poniendo el uno mano a su media espada, y el otro al de las cachas amarillas, le dieron tanto que hacer, que a no salir sus compañeros, sin duda lo pasara harto mal.

A esta sazón pasaron acaso por el camino una tropa de caminantes a caballo, que iban a sestear a la venta del Alcalde, que está media legua más adelante, los cuales viendo la pendencia del arriero con los dos muchachos, los apaciguaron y les dijeron que si acaso iban á Sevilla que se viniesen con ellos.

Allá vamos dijo Rincón, y serviremos a vuestras mercedes en todo cuanto nos mandaren.

Y sin más detenerse saltaron delante de las mulas, y se fueron con ellos, dejando al arriero agraviado y enojado, y a la ventera admirada de la buena crianza de los pícaros, que les había estado oyendo su plática sin que ellos advirtiesen en ello; y cuando dijo al arriero que les había oído decir que los naipes que traían eran falsos, se pelaba las 64barbas, y quería ir á la venta tras ellos a cobrar su hacienda, porque decía que era grandísima afrenta y caso de menos valer, que dos muchachos hubiesen engañado a un hombrazo tan grande como él: sus compañeros le detuvieron y aconsejaron que no fuese, siquiera por no publicar su inhabilidad y simpleza. En fin tales razones le dijeron, que aunque no le consolaron, le obligaron a quedarse.

En esto, Cortado y Rincón se dieron tan buena maña en servir a los caminantes, que lo más del camino los llevaban a las ancas; y aunque se les ofrecían algunas ocasiones de tentar las balijas de sus medios amos; no las admitieron por no perder la ocasión tan buena del viaje de Sevilla, donde ellos tenían grande deseo de verse.

Con todo esto, a la entrada de la ciudad, que fue a la oración y por la puerta de la Aduana, a causa del registro y almojarifazgo que se paga, no se pudo contener Cortado de no cortar la balija ó maleta que a las ancas traía un francés de la camarada, y así con el de sus cachas le dió tan larga y profunda herida, que se parecían patentemente las entrañas, y sutilmente le sacó dos camisas buenas, un reloj de sol y un librillo de 65memoria, cosas que cuando las vieron, no les dieron mucho gusto; y pensando que pues el francés llevaba a las ancas aquella maleta, no la había de haber ocupado con tan poco peso como era el que tenían aquellas preseas, quisieran volver a darle otro tiento; pero no lo hicieron, imaginando que ya lo habrían echado menos y puesto en recaudo lo que quedaba.

Habíanse despedido antes que el salto hiciesen, de los que hasta allí los habían sustentado, y otro día vendieron las camisas en el malbaratillo que se llace fuera de la puerta del Arenal, y dellas hicieron veinte reales. Hecho esto, se fueron a ver la ciudad, y admiróles la grandeza y suntuosidad de su mayor iglesia, el gran concurso de gente del río, porque era en tiempo de cargazón de flota, y había en él seis galeras, cuya vista les hizo suspirar y aun temer el día que sus culpas les habían de traer a morar en ellas de por vida. Echaron de ver los muchos muchachos de la esportilla que por allí andaban; informáronse de uno dellos qué oficio era aquél, y si era de mucho trabajo y de qué ganancia.

Un muchacho asturiano, que fué a quien hicieron la pregunta, respondió que el oficio era descansado y de que no se pagaba alcabala, y que algunos días salía con cinco y con seis reales de ganancia, con que comía y bebía, y triunfaba como cuerpo de rey, libre de buscar amo a 66quien dar fianzas, y seguro de comer a la hora que quisiese, pues a todas lo hallaba en el más mínimo bodegón de toda la ciudad, en la cual había tantos y tan buenos.

No les pareció mal a los dos amigos la relación del asturianillo, ni les descontentó el oficio, por parecerles que venía como de molde para poder usar el suyo con cubierta; seguridad, por la comodidad que ofrecía de entrar en todas las casas; y luego determinaron de comprar los instrumentos necesarios para usarle, pues lo podían usar sin examen; y preguntándole al asturiano qué habían de comprar, les respondió que sendos costales pequeños, limpios ó nuevos, y cada uno tres espuertas de palma, dos grandes y una pequeña, en las cuales se repartía la carne, pescado y fruta, en el costal el pan, y él les guió donde lo vendían, y ellos del dinero de la galima del francés lo compraron todo; y dentro de dos horas pudieran estar graduados en el nuevo oficio según les ensayaban las esportillas y asentaban los costales; avisóles su adalid de los puestos donde habían de acudir: por las mañanas, a la Carnicería y a la plaza de San Salvador, los días de pescado, a la Pescadería y a la Costanilla, todas las tardes, al río, los jueves, a la Feria.

Toda esta lección tomaron bien de memoria, y otro día bien de mañana se plantaron en la plaza de San Salvador, y apenas hubieron llegado, cuando los rodearon otros mozos del oficio, que por lo flamante de los costales y espuertas vieron ser nuevos en la plaza; hiciéronles mil 67preguntas, y a todas respondían con discreción y mesura. En esto llegaron un medio estudiante y un soldado, y convidados de la limpieza de las espuertas de los dos novatos, el que parecía estudiante llamó a Cortado, y el soldado a Rincón.

En nombre sea de Dios, dijeron ambos.

Para bien se comience el oficio, dijo Rincón, que vuestra merced me estrena, señor mío.

A lo cual respondió el soldado:

La estrena no será mala, porque estoy de ganancia, y soy enamorado, y tengo de hacer hoy banquete a unas amigas de mi señora.

Pues cargue vuestra merced a su gusto, que ánimo tengo y fuerzas para llevarme toda esta plaza, y aun si fuere menester que ayude a guisarlo, lo haré de muy buena voluntad.

Contentóse el soldado de la buena gracia del mozo, y díjole que si quería servir, que él le sacaría de aquel abatido oficio; a lo cual respondió Rincón que por ser aquél el día primero que le usaba, no le quería dejar tan presto hasta ver á lo menos lo que tenía de malo ó bueno; y cuando no le contentase, él daba su palabra de servirle a él, y antes que a un canónigo. Rióse el soldado, cargóle muy bien, mostróle la casa de su dama para que la supiese de allí adelante, y él no tuviese necesidad, cuando otra vez le enviase, de acompañarle. Rincón prometió fidelidad y buen trato. Dióle el soldado tres cuartos, y en un vuelo volvió a la plaza por no perder coyuntura; porque también desta diligencia les advirtió el asturiano, y de que cuando llevasen pescado menudo, 68conviene a saber, albures, ó sardinas, ó acedías, bien podían tomar algunas, y hacerlas la salva, siquiera para el gasto de aquel día; pero que esto había de ser con toda sagacidad y advertimiento, porque no se perdiese el crédito, que era lo que más importaba en aquel ejercicio. Por presto que volvió Rincón, ya halló en el mismo puesto a Cortado. Llegóse Cortado á Rincón, y preguntóle que cómo le había ido. Rincón abrió la mano, y mostróle los tres cuartos. Cortado entró la suya en el seno, y sacó una bolsilla que mostraba haber sido de ámbar en los pasados tiempos; venía algo hinchada, y dijo:

Con ésta me pagó su reverencia el estudiante y con dos cuartos más; tomadla vos, Rincón, por lo que pueda suceder.

Y habiéndosela ya dado secretamente, veis aquí do vuelve el estudiante trasudado y turbado de muerte, y viendo a Cortado le dijo si acaso había visto una bolsa de tales y tales señas, que con quince escudos de oro en oro, y con tres reales de a dos, y tantos maravedís en cuartos y en ochavos le faltaba, y que le dijese si la había tomado en el entretanto que con él había andado 69comprando. A lo cual con extraño disimulo, sin alterarse ni mudarse en nada, respondió Cortado:

Lo que yo sabré decir desa bolsa es que no debe de estar perdida, si ya no es que vuestra merced la puso a mal recaudo.

¡Eso es ello, pecador de mí, respondió el estudiante, que la debí de poner a mal recaudo, pues me la hurtaron!

Lo mismo digo yo dijo Cortado; pero para todo hay remedio, si no es para la muerte, y el que vuestra merced podrá tomar es lo primero y principal tener paciencia, que de menos nos hizo Dios, y un día viene tras otro día, y donde las dan las toman, y podría ser que con el tiempo el que llevó la bolsa se viniese a arrepentir, y se la volviese a vuestra merced sahumada.

El sahumerio le perdonaríamos respondió el estudiante.

Y Cortado prosiguió diciendo:.

Cuanto más que cartas de excomunión hay paulinas, y buena diligencia, que es madre de la buenaventura, aunque a la verdad no quisiera yo ser el llevador de la bolsa, porque si es que vuestra merced tiene 70alguna orden sacra, parecermehía a mí que había cometido algún grande incesto ó sacrilegio.

Y ¡cómo que ha cometido sacrilegio! dijo a esto el adolorido estudiante;: que puesto caso que yo no soy sacerdote sino sacristán de unas monjas, el dinero de la bolsa era del tercio de una capellanía que me dió a cobrar un sacerdote amigo mío, y es dinero sagrado y bendito.

Con su pan se lo coma dijo Rincón a este punto, no le arriendo la ganancia: día de juicio hay donde todo saldrá, como dicen, en la colada, y entonces se verá quién fué Callejas, y el atrevido que se atrevió á tomar, hurtar y menoscabar el tercio de la capellanía. Y ¿cuánto renta cada año, dígame, señor sacristán, por su vida?

¡Renta la puta que me parió! Y ¿estoy yo ahora para decir lo que renta? respondió el sacristán con algún tanto de demasiada cólera. Decidme, hermano, si sabeis algo, si no quedad con Dios, que yo la quiero hacer pregonar.

No me parece mal remedio ése dijo Cortado: pero advierta vuestra merced no se le olviden las señas de la bolsa, ni la cantidad puntualmente del dinero que va en ella, que si yerra en un ardite, no parecerá en días del mundo, y esto le doy por hado.

No hay que temer deso, respondió el sacristán, que lo tengo más en la memoria que el tocar de las campanas: no me erraré en un átomo.

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Sacó en esto de la faldriquera un pañuelo randado para limpiarse el sudor que llovía de su rostro como de alquitara; y apenas le hubo visto Cortado, cuando le marcó por suyo: y habiéndose ido el sacristán, Cortado le siguió y le alcanzó en las Gradas, donde le llamó y le retiró a una parte, y allí le comenzó a decir tantos disparates al modo de lo que llaman bernardinas, acerca del hurto y hallazgo de su bolsa, dándole buenas esperanzas, sin concluir jamás razón que comenzase, que el pobre sacristán estaba embelesado escuchándole; y como no acababa de entender lo que le decía, hacía que le repitiese la razón dos y tres veces. Estábale mirando Cortado a la cara atentamente, y no quitaba los ojos de sus ojos; el sacristán le miraba de la misma manera, estando colgado de sus palabras; este tan grande embelesamiento dio lugar a Cortado que concluyese su obra, y sutilmente le sacó el pañuelo de la faldriquera, y, despidiéndose dél, le dijo que a la tarde procurase de verle en aquel mismo lugar, porque él traía entre ojos que un muchacho de su mismo oficio y de su mismo tamaño, que era algo ladroncillo, le había tomado la bolsa, y que él se obligaba a saberlo dentro de pocos o de muchos días. Con esto se consoló algo el sacristán, y se despidió de Cortado, el cual se vino donde estaba Rincón, que todo 72lo había visto un poco apartado dél, y más abajo estaba otro mozo de la esportilla que vió todo lo que había pasado, y cómo Cortado daba el pañuelo á Rincón; y llegándose a ellos les dijo:

Díganme, señores galanes, ¿voacedes son de mala entrada, ó no?

No entendemos esa razón, señor galán, respondió Rincón.

¿Que, no entrevan, señores murcios? respondió el otro.

No somos de Teba ni de Murcia, dijo Cortado; si otra cosa quiere, dígala; si no, váyase con Dios.

¿No lo entienden? dijo el mozo, pues yo se lo daré a entender y a beber con una cuchara de plata: quiero decir, señores, si son vuestras mercedes ladrones. Mas no sé para qué les pregunto esto, pues sé ya que lo son. 73Mas díganme: ¿cómo no han ido a la aduana del señor Monipodio?

¿Págase en esta tierra almojarifazgo de ladrones, señor galán? dijo Rincón.

Si no se paga respondió el mozo, a lo menos regístranse ante el señor Monipodio, que es su padre, su maestro y su amparo; y así les aconsejo que vengan conmigo a darle la obediencia, ó, si no, no se atrevan a hurtar sin su señal, que les costará caro.

Yo pensé dijo Cortado, que el hurtar era oficio libre, horro de pecho y alcabala, y que si se paga es por junto, dando por fiadores a la garganta y a las espaldas; pero pues así es, y en cada tierra hay su uso, guardemos nosotros el désta, que por ser la más principal de mundo, será el más acertado de todo él; y así puede vuestra merced guiar donde está ese caballero que dice, que ya yo tengo barruntos, según lo que he oído decir, que es muy calificado y generoso, y además hábil en el oficio.

Y ¿cómo que es calificado, hábil y suficiente? - respondió el mozo: eslo tanto, que en cuatro años que ha 74que tiene el cargo de ser nuestro mayor y padre, no han padecido sino cuatro en el finibusterre, y obra de treinta envesados, y de sesenta y dos en gurapas.

En verdad señor dijo Rincón, que así entendemos esos nombres como volar.

Comencemos a andar, que yo los iré declarando por el camino respondió el mozo, con otros algunos que así les conviene saberlos como el pan de la boca.

Y así les fué diciendo y declarando otros nombres, de los que ellos llaman germanescos o de la germanía, en el discurso de su plática, que no fue corta, porque el camino era largo, en el cual dijo Rincón a su guía:

¿ Es vuestra merced por ventura ladrón?

Si respondió él, para servir a Dios y a la buena gente, aunque no de los muy cursados, que, todavía estoy en el año del noviciado.

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A lo cual respondió Cortado:

Cosa nueva es para mí, que haya ladrones en el mundo para servir a Dios y a la buena gente.

A lo cual respondió el mozo:

Señor, yo no me meto en tologías; lo que sé es que cada uno en su oficio puede alabar a Dios, y más con la orden que tiene dada Monipodio a todos sus ahijados.

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Sin duda dijo Rincón debe de ser buena y santa, pues hace que los ladrones sirvan a Dios.

Es tan santa y buena replicó el mozo, que no sé yo si se podrá mejorar en nuestro arte. El tiene ordenado que de lo que hurtáremos demos alguna cosa ó limosna para el aceite de la lámpara de una imagen muy devota que está en esta ciudad, y en verdad que hemos visto grandes cosas por esta buena obra; porque los días pasados dieron tres ansias a un cuatrero que había murciado dos roznos, y con estar flaco y cuartanario, así los sufrió sin cantar, como si fueran nada; y esto atribuímos los del arte a su buena devoción, porque sus fuerzas no eran bastantes para sufrir el primer desconcierto del verdugo; y porque sé que me han de preguntar algunos vocablos de los que he dicho, quiero curarme en salud y decírselo antes que me la pregunten: sepan vuestras mercedes que cuatrero es ladrón de bestias; ansia es el tormento; roznos los asnos, hablando con perdón; primer desconcierto es las primeras vueltas de cordel que da el verdugo. Tenemos más, que rezamos nuestro rosario repartido en toda la semana, y algunos de nosotros no hurtamos el día del viernes, ni tenemos conversación con mujer que se llame María, el día del sábado.

De perlas me parece todo eso dijo Cortado: pero dígame vuestra merced ¿hácese otra restitución, ú otra penitencia más de la dicha?

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En eso de restituir no hay que hablar respondió el mozo, porque es cosa imposible por las muchas partes en que se divide lo hurtado, llevando cada uno de los ministros y contrayentes la suya, y así el primer hurtador no puede restituir nada; cuanto más, que no hay quien nos mande hacer esta diligencia a causa que nunca nos confesamos, y si sacan cartas de excomunión, jamás llegan a nuestra noticia, porque jamás vamos a la iglesia al tiempo que se leen, si no es los días de jubileo, por la ganancia que nos ofrece el concurso de la mucha gente.

¿Y con sólo eso que hacen, dicen esos señores dijo Cortado que su vida es santa y buena?

Pues ¿qué tiene de malo? replicó el mozo. ¿ No es peor ser hereje, ó renegado, ó matar a su padre y madre, ó ser solomico?

Sodomita, querrá decir vuestra merced respondió Rincón.

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Eso digo dijo el mozo.

Todo es malo replicó Cortado. Pero pues nuestra suerte ha querido que entremos en esta cofradía, vuestra merced alargue el paso, que muero por verme con el señor Monipodio, de quien tantas virtudes se cuentan.

Presto se les cumplirá su deseo dijo el mozo, que ya desde aquí se descubre su casa. Vuestras mercedes se queden a la puerta, que yo entraré a ver si está desocupado, porque éstas son las horas cuando él suele dar audiencia.

En buena sea dijo Rincón.

Y adelantándose un poco el mozo, entró en una casa no muy buena, sino de muy mala apariencia; y los dos se quedaron esperando a la puerta. El salió luego y los llamó, y ellos entraron, y su guía les mandó esperar en un pequeño patio ladrillado que de puro limpio y aljimirado parecía que vertía carmín de lo más fino: al un lado estaba un banco de tres pies, y al otro un cántaro desbocado, con un jarrillo encima no menos falto que el cántaro; a otra parte estaba una estera de enea, y en el medio un tiesto, que en Sevilla llaman maceta de albahaca.

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Miraban los mozos atentamente las alhajas de la casa en tanto que bajaba el señor Monipodio, y viendo que tardaba, se atrevió Rincón a entrar en una sala baja, de dos pequeñas que en el patio estaban, y vio en ella dos espadas de esgrima y dos broqueles de corcho pendientes de cuatro clavos, y una arca grande sin tapa ni 78cosa que la cubriese, y otras tres esteras de enea tendidas por el suelo; en la pared frontera estaba pegada a la pared una imagen de Nuestra Señora, destas de mala estampa, y más abajo pendía una esportilla de palma, y encajada en la pared una almofia blanca, por do coligió Rincón que la esportilla servía de cepo para limosna, y la almofia de tener agua bendita; y así era la verdad.

Estando en esto entraron en la casa dos mozos de hasta veinte años cada uno, vestidos de estudiantes, y de allí a poco dos de la esportilla y un ciego, y, sin hablar palabra ninguna, se comenzaron a pasear por el patio. No tardó mucho cuando entraron dos viejos de bayeta con anteojos que los hacían graves y dignos de ser respetados, con sendos rosarios de sonadoras cuentas en las manos. Tras ellos entró una vieja halduda, y sin decir nada se fué a la sala, y habiendo tomado agua bendita con grandísima devoción, se puso de rodillas ante la imagen, y al cabo de una buena pieza, habiendoprimero besado tres veces el suelo, y levantado los brazos y los ojos al cielo otras tantas, se levantó y echó su limosna en la esportilla, y se salió con los demás al patio. En resolución, en poco espacio se juntaron en el patio hasta catorce personas de diferentes trajes y oficios; llegaron también de los postreros dos bravos y bizarros mozos, de bigotes largos, sombreros de grande falda, cuellos a la valona, medias de color, ligas de gran balumba, espadas de más de marca, sendos 79pistoletes cada uno en lugar de dagas, y sus broqueles pendientes de la pretina; los cuales así como entraron, pusieron los ojos al través en Rincón y Cortado, a modo de que los extrañaban y no conocían, y llegándose a ellos les preguntaron si eran de la cofradía. Rincón respondió que sí, y muy servidores de sus mercedes.

Llegóse en esto la sazón y punto en que bajó el señor Monipodio, tan esperado como bien visto de toda aquella virtuosa compañía: parecía de edad de cuarenta y cinco a cuarenta y seis años, alto de cuerpo, moreno de rostro, cejijunto, barbinegro y muy espeso, los ojos hundidos; venía en camisa. y por la abertura de delante descubría un bosque, tanto era el vello que tenía en el pecho; traía cubierta una capa de bayeta casi hasta los pies, en los cuales traía unos zapatos enchancletados; cubríanle las piernas unos zaragüelles de lienzo anchos y largos hasta los tobillos; el sombrero era de los del la hampa, campanudo de copa y tendido de falda; atravesábale un tahalí por espalda y pechos, a do colgaba una espada ancha y corta, a modo de las del perrillo; las manos eran cortas y pelosas, los dedos gordos, y las uñas hembras y remachadas; las piernas no se le parecían, pero los pies eran descomunales de anchos y 80juanetudos. En efecto, él representaba el más rústico y disforme bárbaro del mundo. Bajó con él la guía de los dos, y, trabándoles de las manos, los presentó ante Monipodio, diciéndole:

Estos son los dos buenos mancebos que a vuestra merced dije, mi señor Monipodio; vuestra merced los desamine y verá como son dignos de entrar en nuestra congregación.

Eso haré yo de muy buena gana respondió Monipodio.

Olvidábaseme de decir que así como Monipodio bajó, al punto todos los que aguardándole estaban, le hicieron una profunda y larga reverencia, excepto los dos bravos, que a medio magate, como entre ellos se dice, se quitaron los capelos, y luego volvieron a su paseo.

Por una parte del patio y por la otra se paseaba Monipodio, el cual preguntó a los nuevos el ejercicio, la patria y padres.

A lo cual Rincón respondió:

El ejercicio ya está dicho, pues venimos ante vuestra merced; la patria no me parece de mucha importancia 81decirla, ni los padres tampoco, pues no se ha de hacer información para recibir algún hábito honroso.

A lo cual respondió Monipodio:

Vos, hijo mío, estáis en lo cierto, y es cosa muy acertada encubrir eso que decís, porque si la suerte no corriere como debe, no es bien que quede asentado debajo de signo de escribano, ni en el libro de las entradas: Fulano, hijo de fulano vecino de tal parte, tal día le ahorcaron, o le azotaron , u otra cosa semejante, que por lo menos suena mal a los oídos. Y así torno a decir que es provechoso documento callar la patria, encubrir los padres y mudar los propios nombres; aunque para entre nosotros no ha de haber nada encubierto, y sólo ahora quiero saber los nombres de los dos.

Rincón dijo el suyo, y Cortado también.

Pues de aquí adelante respondió Monipodio, quiero y es mi voluntad que vos, Rincón, os llaméis Rinconete, y vos, Cortado, Cortadillo, que son nombres 82que asientan como de molde a vuestra edad y a nuestras ordenanzas, debajo de las cuales cae tener necesidad de saber el nombre de los padres de nuestros cófrades, porque tenemos costumbre de hacer decir cada año ciertas misas por las ánimas de nuestros difuntos y bienhechores, sacando el estupendo para la limosna de quien las dice, de alguna parte de 1o que se garbea; y estas tales misas, así dichas como pagadas, dicen que aprovechan a las tales ánimas por vía de naufragio; y caen debajo de nuestros bienhechores el procurador que nos defiende, el guro que nos avisa, el verdugo que nos tiene lástima, el que cuando alguno de nosotros va huyendo por la calle, y detrás le van dando voces: Al ladrón, al ladrón, deténganle, deténganle! uno se pone en medio, y se opone al raudal de los que le siguen, diciendo: ¡Déjenle al cuitado, que harta mala ventura lleva, allá se lo haya, castíguele su pecado ! Son también bienhechoras nuestras las socorridas, que de su sudor nos socorren así en la trena como en las guras; y también lo son nuestros padres y madres que nos echan al mundo, 83y el escribano que si anda de buena, no hay delito que sea culpa, ni culpa a quien se dé mucha pena; y por todos estos que he dicho, hace nuestra hermandad cada año su adversario con la mayor popa y soledad que podemos.

Por cierto, dijo Rinconete (ya confirmado con este nombre), que es obra digna del altísimo y profundísimo ingenio que hemos oído decir que vuestra merced, señor Monipodio, 84tiene; pero nuestros padres aun gozan de la vida; si en ella les alcanzáremos, daremos luego noticia a esta felicísima y abonada confraternidad, para que por sus almas se les haga ese naufragio ó tormenta, ó ese adversario que vuestra merced dice, con la solemnidad y pompa acostumbrada; si ya no es que hace con popa y soledad, como también apuntó vuestra merced en sus razones.

Así se hará, o no quedará de mí pedazo, replicó Monipodio.

Y llamando a la guía, le dijo:

Ven acá,Ganchuelo, ¿ están puestas las postas? Sí, dijo la guía, que Ganchuelo era su nombre: tres centinelas quedan avizorando, y no hay que temer que nos cojan de sobresalto.

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Volviendo pues a nuestro propósito dijo Monipodio, querría saber, hijos, lo que sabéis, para daros el oficio y ejercicio conforme a vuestra inclinación y habilidad.

Yo respondió Rinconete, sé un poquito de floreo de Vilhan; entiéndeseme el retén; tengo buena vista para el humillo; juego bien de la sola, de las cuatro y de las ocho; no se me va por pies el raspadillo, verrugueta y el colmillo; éntrome 85por la boca de lobo como por mi casa, y atreveríame a hacer un tercio de chanza mejor que un tercio de Nápoles, y a dar un astillazo al más pintado, mejor que dos reales prestados.

Principios son dijo Monipodio; pero todas ésas son flores de cantueso, viejas y tan usadas, que no hay principiante que no las sepa, y sólo sirven para alguno que sea tan blanco que se deje matar de media noche abajo; pero andará el tiempo, y vernos hemos, que asentando sobre ese fundamento media docena de lecciones, yo espero en Dios que habéis de salir oficial famoso, y aun quizá maestro.

Todo se hará para servir a vuestra merced y a los señores cofrades respondió Rinconete.

86

Y vos, Cortadillo, ¿ qué sabéis ? preguntó Monipodio.

Yo respondió Cortadillo, sé la treta que dicen mete dos y saca cinco, y sé dar tiento a una faldriquera con mucha puntualidad y destreza.

¿Sabéis más? dijo Monipodio.

No, por mis grandes pecados respondió Cortadillo

No os aflijáis, hijo replicó Monipodio, que a puerto y a escuela habéis llegado, donde ni os anegaréis, ni dejaréis de salir muy bien aprovechado en todo aquello que más os conviniere; y en esto del ánimo, ¿cómo os va, hijos?

¿Cómo nos ha de ir respondió Rinconete, sino muy bien ? Animo tenemos para acometer cualquiera empresa de las que tocaren a nuestro arte y ejercicio.

Está bien replicó Monipodio; pero querría yo que también le tuviésedes para sufrir, si fuese menester, media docena de ansias, sin desplegar los labios y sin decir esta boca es mía.

Ya sabemos aquí dijo Cortadillo, señor Monipodio, qué quiere decir ansias, y para todo tenemos ánimos, porque no somos tan ignorantes que no se nos alcance que lo que dice la lengua paga la gorja, y harta merced le hace el cielo al hombre atrevido, por no darle otro título, que le deja en su lengua su vida ó su muerte, como si tuviese más letras un no que un .

Alto, no es menester más dijo a esta sazón Monipodio: digo que sola esta razón me convence, me obliga, 87me persuade y me fuerza a que desde luego asentéis por cofrades mayores, y que se os sobrelleve el año del noviciado.

Yo soy de ese parecer, dijo uno de los bravos.

Y a una voz lo confirmaron todos los presentes, que toda la plática habían estado escuchando, y pidieron a Monipodio que desde luego les concediese y permitiese gozar de las inmunidades de su cofradía, porque su presencia agradable y su buena plática lo merecía todo.

El respondió que por darles contento a todos desde aquel punto se las concedía, advirtiéndoles que las estimasen en mucho, porque era no pagar media anata del primer hurto que hiciesen; no hacer oficios menores en todo aquel año, conviene a saber, no llevar recado de ningún hermano mayor a la cárcel ni a la casa de parte de sus contribuyentes; piar el turco puro; hacer banquete cuándo, cómo y adónde quisieren sin pedir licencia a su mayoral; entrar a la parte desde luego con lo que entrujasen los hermanos mayores, como uno de ellos, y otras cosas que ellos tuvieron por merced señaladísima, y los demás con palabras muy comedidas las agradecieron mucho.

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88

Estando en esto, entró un muchacho corriendo y desalentado y dijo:

El alguacil de los vagamundos viene encaminado a esta casa, pero no trae consigo garullada.

Nadie se alborote dijo Monipodio, que es amigo, y nunca viene por nuestro daño: sosiéguense, que yo le saldré a hablar.

Todos se sosegaron, que ya estaban algo sobresaltados, y Monipodio salió a la puerta, donde halló al alguacil, con el cual estuvo hablando un rato, y luego volvió a entrar Monipodio, y preguntó:

¿A quién le cupo hoy la plaza de San Salvador?

A mí, dijo el de la guía.

Pues ¿cómo dijo Monipodio, no se me ha manifestado una bolsilla de ámbar, que esta mañana en aquel mismo paraje dio al traste con quince escudos de oro y dos reales de a dos, y no sé cuántos cuartos?

Verdad es dijo la guía, que hoy faltó esa bolsa; pero yo no la he tomado, ni puedo imaginar quién la tomase.

No hay levas conmigo, replicó Monipodio, la bolsa ha de parecer, porque la pide el alguacil, que es amigo, y nos hace mil placeres al año.

Tornó a jurar el mozo que no sabía della: comenzóse a encolerizar Monipodio de manera que parecía que fuego vivo lanzaba por los ojos, diciendo:

¡Nadie se burle con quebrantar la más mínima cosa de nuestra orden, que le costará la vida! Manifiéstese la cica, y si se encubre por no pagar los derechos, yo le daré enteramente lo que le toca, y pondré lo demás 89de mi casa, porque en todas maneras ha de ir contento el alguacil.

Tornó de nuevo a jurar el mozo, y a maldecirse, diciendo que él no había tomado tal bolsa, ni vístola de sus ojos: todo lo cual fué poner más fuego á la cólera de Monipodio, y dar ocasión a que toda la junta se alborotase, viendo que se rompían sus estatutos y buenas ordenanzas.

Viendo Rinconete pues tanta disensión y alboroto, parecióle que sería bien sosegarle y dar contento a su mayor, que reventaba de rabia, y aconsejándose con su amigo Cortadillo, con parecer de entrambos sacó la bolsa del sacristán, y dijo:

Cese toda cuestión, mis señores, que ésta es la bolsa, sin faltarle nada de lo que el alguacil manifiesta, que hoy mi camarada Cortadillo le dio alcance con un pañuelo que al mismo dueño se le quitó por añadidura.

Luego sacó Cortadillo el pañizuelo, y lo puso de manifiesto. Viendo lo cual Monipodio, dijo:

Cortadillo el bueno (que con este título y renombre ha de quedar de aquí adelante) se quede con el pañuelo, y a mi cuenta se queda la satisfacción deste servicio, y la bolsa se ha de llevar el alguacil, que es de un sacristán pariente suyo, y conviene que se cumpla aquel refrán que dice: No es mucho que a quien te da la gallina entera, tú des una pierna della; más disimula este buen alguacil en un día, que nosotros le podemos ni solemos dar en ciento.

90

De común consentimiento aprobaron todos la hidalguía de los dos modernos y la sentencia y parecer de su mayoral, el cual salió a dar la bolsa al alguacil, y Cortadillo se quedó confirmado con el renombre de bueno, bien como si fuera don Alonso Pérez de Guzmán el Bueno, que arrojó el cuchillo por los muros de Tarifa para degollar á su único hijo.

Al volver que volvió Monipodio, entraron con él dos mozas, afeitados los rostros, llenos de color los labios y de albayalde los pechos, cubiertas con medios mantos de anascote, llenas de desenfado y desvergüenza: señales claras por donde en viéndolas Rinconete y Cortadillo conocieron que eran de la casa llana, y no se 91engañaron en nada; y así como entraron se fueron con los brazos abiertos la una a Chiquiznaque y la otra a Maniferro, que éstos eran los nombres de los dos bravos; y el de Maniferro era porque traía una mano de hierro en lugar de otra que le habían cortado por justicia. Ellos las abrazaron con grande regocijo, y les preguntaron si traían algo con que mojar la canal maestra.

Pues ¿había de faltar, diestro mio? respondió la una, que se llamaba la Gananciosa: no tardará mucho a venir Silbatillo tu trainel con la canasta de colar atestada de lo que Dios ha sido servido.

Y así fué verdad, porque al instante entró un muchacho con una canasta de colar cubierta con una sábana.

Alegráronse todos con la entrada de Silbato, y al momento mandó sacar Monipodio una de las esteras de enea que estaban en el aposento, y tenderla en medio del patio; y ordenó así mismo que todos se sentasen a la redonda, porque en cortando la cólera se trataría de lo que más conviniese. A esto dijo la vieja que había rezado a la imagen:

Hijo Monipodio, yo no estoy para fiestas, porque tengo un vaguido de cabeza dos días ha que me trae loca, y más, que antes que sea mediodía tengo de ir á 92cumplir mis devociones, y poner mis candelicas a Nuestra Señora de las Aguas, y al santo crucifijo de San Agustín, que no lo lo dejaría de hacer, si nevase y ventiscase: a lo que he venido es que anoche el Renegado y Centopiés llevaron a mi casa una canasta de colar algo mayor que la presente, llena de ropa blanca, y en Dios y en mi ánima que venía con su cernada y todo, que los pobretes no debieron de tener lugar de quitarla. y venían sudando la gota tan gorda, que era una compasión verlos entrar ijadeando y corriendo agua de sus rostros, que parecían unos angelicos. Dijéromne que iban en seguimiento de un ganadero que había pesado ciertos carneros en la carnicería, por ver si le podían dar un tiento en un grandísimo gato de reales que llevaba; no desembanastaron ni contaron la ropa, fiados en la entereza de mi conciencia, y así me cumpla Dios mi buenos deseos y nos libre a todos de poder de justicia, que no he tocado la canasta, y que sé está tan entera como cuando nació.

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Todo se le cree, señora madre respondió 93Monipodio, y estése así la canasta, que yo iré allá a boca de sorna, y haré cala y cata de lo que tiene, y daré a cada uno lo que le tocare, bien y fielmente, como tengo de costumbre.

Sea como vos lo ordenáredes, hijo respondió la vieja; y porque se me hace tarde, dadme un traguillo, si tenéis, para consolar este estómago, que tan desmayado anda de continuo.

Y ¿qué tal lo beberéis, madre mía? dijo a esta sazón la Escalanta, que así se llamaba la compañera de la Gananciosa.

Y descubriendo la canasta, se manifestó una bota a modo de cuero, con hasta dos arrobas de vino, y un corcho que podría caber sosegadamente y sin apremio hasta una azumbre, y llevándole la Escalanta, se le puso en las manos a la devotísima vieja, la cual tomándole con ambas manos, y habiéndole soplado un poco de espuma, dijo:

Mucho echaste, hija Escalanta, pero Dios dará fuerzas para todo.

Y aplicándosele a los labios, de un tirón y sin tomar aliento lo trasegó del corcho al estómago, y acabó diciendo:

De Guadalcanal es, y aun tiene un es no es de yeso, el señorico... Dios te consuele, hija, que así me has 94consolado, sino que temo que me ha de hacer mal, porque no me he desayunado.

No hará, madre, respondió Monipodio, porque es trasañejo.

Así lo espero yo en la Virgen, respondió la vieja. Y anadió:

Mirad, niñas, si tenéis acaso algún cuarto para comprar las candelicas de mi devoción, porque con la prisa y gana que tenía de venir á traer las nuevas de la canasta, se me olvidó en casa la escarcela.

Yo sí tengo, señora Pipota (que éste era el nombre de la buena vieja), respondió la Gananciosa, tome, ahí le doy dos cuartos; del uno le ruego que compre una para mí, y se la ponga al señor san Miguel, y si puede comprar dos, ponga la otra al señor san Blas, que son mis abogados: quisiera que pusiera otra á la señora santa Lucía (que por lo de los ojos también la tengo devoción), pero no tengo trocado, mas otro día habrá donde se cumpla con todo.

Muy bien harás, hija, y mira no seas miserable, que es de mucha importancia llevar la persona las candelas delante de sí antes que se muera, y no aguardar á que las pongan los herederos ó albaceas.

Bien dice la madre Pipota dijo la Escalanta.

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Y echando mano á la bolsa, le dio otro cuarto, y le encargó que pusiese otras dos candelicas a los santos que 95a ella le pareciesen que eran de los más aprovechados y agradecidos. Con esto se fué la Pipota diciéndoles:

Holgaos, hijos, ahora que tenéis tiempo; que vendrá la vejez, y llorareis en ella los ratos que perdisteis en la mocedad como yo los lloro, y encomendadme á Dios en vuestras oraciones, que yo voy á hacer lo mismo por mí y por vosotros, porque El nos libre y conserve en nuestro trato peligroso, sin sobresaltos de justicia.

Y con esto se fue.

Ida la vieja, se sentaron todos al rededor de la estera, y la Gananciosa tendió la sábana por manteles; y lo primero que sacó de la cesta fué un gran haz de rábanos y hasta dos docenas de naranjas y limones, y luego una cazuela grande llena de tajadas de bacalao frito. Manifestó luego medio queso de Flandes, y una olla de famosas aceitunas, y un plato de camarones, y gran cantidad de cangrejos con su llamativo de alcaparrones ahogados en pimientos, y tres hogazas blanquísimas de Gandul. Serían los del almuerzo hasta catorce, y ninguno dellos dejó de sacar su cuchillo de cachas amarillas, si no fué Rinconete, que sacó su media espada. A los dos viejos de bayeta y al guía tocó el escanciar con el corcho de colmena. Mas apenas habían comenzado a 96dar asalto a las naranjas, cuando les dio a todos gran sobresalto los golpes que dieron a la puerta -: mandóles Monipodio que se sosegasen, y entrando en la sala baja, y descolgando un broquel, puesto mano á la espada, llegó a la puerta, y con voz hueca y espantosa preguntó:

¿ Quién llama?

Respondieron de fuera:

Yo soy, que no es nadie, señor Monipodio: Tagarote soy, centinela desta mañana, y vengo a decir que viene aquí Juliana la Cariharta, toda desgreñada y llorosa, que parece haberle sucedido algún desastre.

En esto llegó la que decía, sollozando; y, sintiéndola Monipodio, abrió la puerta, y mandó a Tagarote que se volviese a su posta, y que de allí adelante avisase lo que viese, con menos estruendo y ruido: él dijo que así lo haría. Entró la Cariharta, que era una moza del jaez de las otras y del mismo oficio: venía descabellada, y la cara llena de tolondrones, y así como entró en el patio, se cayó en el suelo desmayada; acudieron a socorrerla la Gananciosa y la Escalanta, y desabrochándole el pecho, la hallaron toda denegrida y como magullada. Echáronle agua en el rostro, y ella volvió en sí diciendo a voces:

¡La justicia de Dios y del rey venga sobre aquel ladrón desuellacaras, sobre aquel cobarde bajamanero, sobre aquel pícaro lendroso, que he quitado más veces de la horca que tiene pelos en las barbas! ¡Desdichada 97de mí! ¡ mirad por quién he perdido y gastado mi mocedad y la flor de mis años, sino por un bellaco desalmado, facineroso é incorregible!

Sosiégate, Cariharta dijo á esta sazón Monipodio, que aquí estoy yo que te haré justicia; cuéntanos tu agravio, que más estarás tú en contarle que yo en hacerte vengada; dime si has habido algo con tu respeto: que si así es, y quieres venganza, no has menester más que boquear.

¿Qué respeto? respondió Juliana. Respetada me vea yo en los infiernos, si más lo fuere de aquel le6n con las ovejas, y cordero con los hombres: ¿ con aquél había yo de comer más pan a manteles, ni yacer en uno? Primero me vea yo comida de adivas estas carnes, que me ha parado de la manera que ahora veréis.

Y alzándose al instante las faldas hasta la rodilla y aun un poco más, las descubrió llenas de cardenales.

Desta manera, prosiguió, me ha parado aquel ingrato del Repolido, debiéndome más que a la madre que le parió: y ¿por que pensais que lo ha hecho? 98Montas que le dí yo ocasión para ello: no por cierto, no lo hizo más sino porque, estando jugando y perdiendo, me envió a pedir con Cabrillas, su trainel, treinta reales, y no le envié más de veinticuatro, que el trabajo y afán con que yo los había ganado, ruego yo a los cielos que vaya en descuento de mis pecados; y en pago desta cortesía y buena obra, creyendo él que yo le sisaba algo de la cuenta que él allá en su imaginación había hecho de lo que yo podría tener, esta mañana me sacó al campo detrás de la huerta del Rey, y allí entre unos olivares me desnudó, y con la pretrina, sin excusar ni recoger los hierros, que en malos grillos y hierros le vea yo, me dio tantos azotes, que me dejó por muerta: de la cual verdadera historia son buenos testigos estos cardenales que mirais.

Notes

  • venta del Molinillo. This inn was situated on the road from Toledo to Córdoba, two leagues from Tartanedo and four from Almodóvar del Campo. The boys meet, that is, as they are about leave Castile on their way south to Andalucía
  • Alcudia: a valley in the province of Ciudad Real, in the jurisdiction of Almodóvar del Campo. Well irrigated and reputed fertile and pleasant, hence the narrator calls them famosos.
  • gracia: a word with a wide spread of meaning; here, it has the sense of what makes a young person or an expression attractive - gracefulness -; hence the implied contrast with their dress.
  • calzones de lienzo: the word referred to a coarse form a wool; it can also mean canvas.
  • medias de carne: i.e they were bare-legged. As the narrator punctiliously goes on to note, they were not, however, bare-footed. The description is good-naturedly ironic.
  • traídos: worn out. The word-smith is at work, since there is a phrase traído y llevado meaning well worn, to which Cervantes adds the reason for the shoes being as well worn as they had been worn.
  • cormas: fetters or shackles attached to the feet, to prevent animals or slaves from escaping.
  • montera: a huntsman's hat.
  • toquilla: a hat band. The hat had a low crown and broad brim.
  • camuza: gamuza: = goat and hence Tejido o paño de lana, de tacto y aspecto semejantes a los de la piel de la gamuza (DRAE).
  • encerada: rather than waterproofed with wax, the meaning that the shirt was covered in wax would better fit the description: Encerar: Manchar con cera, como cuando las hachas o velas gotean DRAE
  • escueto: adj. Descubierto, libre, despejado, desembarazado DRAE. - light, unencumbered. The narrator draws conclusions; this boy had no saddle-bags, for it turned out (a lo que después pareció) that the bulge in his chest was where he kept his belongings, a deck of cards. Here as elsewhere, the description entertainingly builds a portrait out of the narrator's expectations and their negation on closer inspection.
  • almidonado con grasa: another humorous contradiction, between elegance (starched collar) and the reality that it was grease that stiffened this particular collar.
  • hilacha: Pedazo de hilo que se desprende de la tela. thread ends.
  • caireladas: Guarnecer la ropa con caireles. A tailoring as hairdressing term, meaning to create a fringe, for a piece of clothing or a wig. The word refers, playfully again, to how long and dirty their nails were.
  • cachas: Cada una de las dos chapas que cubren o de las dos piezas que forman el mango de las navajas, de algunos cuchillos y de algunas armas de fuego. Ú. m. en pl. DRAE. The word refers to a sheath.
  • vaqueros: this word chosen signifies the big knives used in slaughterhouses.
  • Pasar la siesta durmiendo o descansando.
  • vuestra merced: a polite form of address, the origin of the modern usted.
  • The polite form of address, which will mark this exchange between the raggimuffin, is not lost on the reader. One of the definitions of gentilhombre in the DRAE, El que servía en las casas de los grandes o en otras para acompañar al señor o a la señora may suggest the nuance of artful politeness.
  • señor caballero. The arch politeness is reciprocated.
  • a la ventura = a la buena ventura. loc. adv. Sin determinado objeto ni designio; a lo que depare la suerte.
  • sacristán: El que en las iglesias tiene a su cargo ayudar al sacerdote en el servicio del altar y cuidar de los ornamentos y de la limpieza y aseo de la iglesia y sacristía. Note that it is a secular job, not a sacerdotal office. The sacrist kept the place clean, did the odd-jobs about the church and assisted the priest in his duties.
  • Todos Santos: All Saints' Day; a feast associated with remembering the dead and when the church offerings were therefore particularly generous -- an earnest but inflated evaluation of the worth of the younger boy's skills with a scissors.
  • el monumento signifies the altar on Maundy Thursday, where the sacrament is in the custodia and paper flowers decorate the altar. The idea that the young boy's skill with the scissors is in cutting paper decorations is boyishly naive.
  • avampiés: something like spatterdashes, or spats, in the form of stockings that stretched over the instep. m. ant. Parte de la polaina o botín, que cubre el empeine del pie DRAE.
  • polainas: Especie de media calza, hecha regularmente de paño o cuero, que cubre la pierna hasta la rodilla y a veces se abotona o abrocha por la parte de afuera DRAE. Cervantes, the word-smith, is at work, determining the accuracy of his character's vocabulary.
  • examinar de maestro: the phrase belongs to the major activity of the guilds, that of testing the work of the apprentice before he could become a recognised craftsman. In this claim, there is a certain humorous self-aggrandisement on the part of the boy. I could take my master's certificate in leggings.
  • Rincón declares himself discreto, i.e. good at keeping secrets
  • en gran parte: for a great distance around.
  • The phrase belongs to polite conversation, when putting someone at ease. There is also a pun at work: descubrir el pecho = to bare one's chest, to make a clean breast of something. What Rincón will do as a gesture of confidence in his companion is to draw his pack of cards from his chest, where they were hidden.
  • In modern Spanish: hemos de ser.
  • Fuenfría is a village on the pass over the Sierra de Guadarrama, between Segovia and Madrid. Since the village lay on the route between Madrid and the royal palaces of Valsaín and La Granja, there will have been illustrious passers-by. By such detail, the boy makes claim to being a person of quality.
  • Santa Cruzada was a ministry of the Spanish state, which controlled the raising of money for religious causes. In truth, his father's occupation was less important than the phrase ministro de la Santa Cruzada would suggest; he was an indulgence-seller, a type held in low esteem with a reputation for cheating.
  • A seller of indulgences. m. ant. bulero. m. Persona comisionada para distribuir las bulas de la Santa Cruzada y recaudar el producto de la limosna que daban los fieles DRAE.
  • talego: m. Saco largo y estrecho, de lienzo basto o de lona, que sirve para guardar o llevar una cosa. So Rincón hugged a sack of money, and landed up, himself and it, in Madrid.
  • The reference to a bridegroom's handkerchief must be to the bridegroom's nervous twisting of his hankey as he awaits the bride. With reference to the bag, it implies how he rummaged around in it, folding it this way and that, in search of money, as it grew emptier all the while.
  • The language becomes specialised, reflecting the street-wise experience of Rincón. Arrimar al aldabilla refers to the punishment of a juvenile offender, tying him up to the door-knocker on the jail-door for flogging.
  • The verb refers to the light corporal punishment reserved for youngsters, like flicking away flies.
  • Número indeterminado de ciertas cosas de un mismo género. TANDA de azotes, de rigodones DRAE.
  • Another area of specialised vocabulary opens up, namely of card-playing. This is a semantic area whose terms are notoriously difficult to define, since early writers on card games were not so interested in giving close descriptions as in expressing their abhorrence of games of chance. f. Juego de naipes, o de dados, en que gana el que hace 21 puntos o se acerca más a ellos sin pasar DRAE.
  • Carta que en la numeración de cada palo de la baraja de naipes lleva el número uno. In a game whose object is to reach 21, the ace, worth either one or eleven Rincón explains, is a valuable card to have. So in Rincón's pack, there was always an ace guaranteed for the banker's hand.
  • f. En cierto juego de naipes, lance principal, que consiste en reunir cuatro cartas de un palo, ganando, cuando hay más de un jugador que tenga quínola, aquella que suma más puntos, atendiendo al valor de las cartas DRAE.
  • m. Juego de cartas en que se saca una para los puntos y otra para el banquero, y de ellas gana la primera que hace pareja con las que van saliendo de la baraja DRAE.
  • Rincón remembers his companion's reference to guild qualifications; he could have a certificate of proficiency in la ciencia vilhanesca i.e. card-playing, after one Vilhán, the alleged inventor of cards.
  • The figure of speech draws on the idea of the nets that were attached to the trees to trap birds. Let us set up the net and see if a little bird falls into it.
  • m. El que trajina con bestias de carga DRAE.
  • ,Sea is the pres.subj. of the verb ser, and the meaning is optative: let it be. The phrase is explained in the DRAE: en buen, o buena hora.1. loc. adv. en hora buena.en hora buena.1. loc. adv. Con bien, con felicidad.2.Empléase también para denotar aprobación, aquiescencia o conformidad. So Let's get on with it is the meaning.
  • la = la merced; the meaning of the whole phrase is I consider as a mark of respect the mark of respect which your respected self showed me by telling me your life-story... Convolutedly polite.
  • The previous allusion to his dexterity with the scissors acquires a further previously hidden sense: Cortado was a pocket thief, skilled at removing purses by snipping the purse strings. It must be assumed that the name he gives himself, Cortado, is another hooded reference to his means of livelihood.
  • The phrase is ironic since the words ejercitar and oficio both grace petty thieving with the status of a qualified trade.
  • Tocas usually refers to female clothing, particularly of devout women (nuns, beatas, and the like) and can be more specifically their head-dress. Here the sense is more likely to be the cloth from which such clothing was made [ Tela, especie de beatilla, de que ordinariamente se hacen las tocas.] Certainly, to refer to a purse as a relicario preserves the association with piety, to infer that no pious woman's purse was safe from his fingers. The purse would hang like a relic in a reliquary, and would be as carefully protected by its owner, may even be subject to the same devout attention.
  • pocket purse De faldriquera. f. Bolsillo de las prendas de vestir.
  • A mythical creature, covered in eyes, and figuring in the Argosy. Por alusión a Argos, personaje mitológico a quien se representa con cien ojos. 1. m. fig. Persona muy vigilante DRAE.
  • In a corner; cornered; I was never taken unawares.
  • [m.]desus. fig. Ministro inferior de justicia encargado de prender a los delincuentes DRAE.
  • Cervantes recreates the language of delinquency; soplar is to grass on someone. Un cañuto (literally, the stem of a reed] is un soplón, a grass, a police informer. -- m.fig. y fam. soplón.
  • m. Magistrado que en su territorio ejercía la jurisdicción real .., y conocía de las causas contenciosas y gubernativas, y del castigo de los delitos DRAE.
  • my good qualities
  • Moneda antigua... que según los tiempos tuvo diferentes valores DRAE.
  • Let's dispense with the detail. Borrar = to erase.
  • straightaway
  • The narrator has his games with language, too. In the use of the negative, we have an example of the figure litotes. The cards were limpios de paja, no de grasa. In addition, there is an example of zeugma (e.g. in English: She came in a flood of tears and a Bath chair], since the adjective limpios changes from a physical to a moral sense; the cards were not clean of grease nor of malice.
  • hacer tercio uno. fr. Intervenir en alguna cosa para completar el número de los que toman parte en ella DRAE. That is, to make up a threesome, in this case.
  • m. Moneda española, efectiva unas veces y otras imaginaria, que ha tenido diferentes valores y calificativos. Se han dado a este nombre hasta tres plurales diferentes: maravedís, maravedises y maravedíes. El tercero apenas tiene ya uso DRAE.
  • As the narrator explains, this inn is a short distance further on the road to Andalucía from the venta del Molinillo.
  • m. y f. Persona que tiene a su cuidado y cargo una venta para hospedaje de los pasajeros DRAE. The inn-keeper's wife has been a listener to the boys' tales and now in turn becomes a narrator, completing the tales told by the two boys.
  • pelar: tr. Cortar, arrancar, quitar o raer el pelo. Ú. t. c. prnl. Pelarse las barbas: this is a set phrase, equivalent to He tore his hair.
  • -azo: suf. de valor aumentativo: perrAZO, manAZA, o despectivo: aceitAZO. A veces significa golpe dado con lo designado por la base derivativa: porrAZO, almohadillAZO; y, en algún caso, golpe dado en lo significado por dicha base: espaldarAZO DRAE. The augmentative -azo here does not mean blow, but is an augmentative: a big fellow , a full-grown man.
  • darse maña. fr. Ingeniarse, disponer los negocios con habilidad DRAE. The addition of buena intensifies the commitment on the boys' part.
  • a ancas, o a las ancas. loc. adv. Cabalgando en las ancas de la caballería que monta otra persona DRAE. The boys were carried on the crupper of the horses, behind the rider.
  • The word means prayer, as you know, but here it signifies a particular time of day: 10. Punto del día cuando va a anochecer, porque en aquel tiempo se toca en las iglesias la campana para que recen los fieles el avemaría. 11. [f.]El mismo toque de la campana, que en algunas partes se repite al amanecer y al mediodía. DRAE The last definition refers to the angelus; here, it would be the evening angelus. At prayer time.
  • Registro y almojarifazgo. Registro means search, here a Customs' search, since the group has arrived at la puerta de la Aduana. Almojarifazgo: Del ár. al-musrif, el inspector = m. Derecho que se pagaba por los géneros o mercaderías que salían del reino, por los que se introducían en él, o por aquellos con que se comerciaba de un puerto a otro dentro de España; i.e. Excise duty.
  • camarada: f. Compañía o junta de camaradas DRAE.
  • diary, journal.
  • f. Alhaja, joya, tela, etc., preciosas. The boys' reasoning is that only heavy things should be carried on the cruppers of a horse, and since the shirts, timepiece and diary were of little weight there must have been heavier stuff inside the Frenchman's valise.
  • a buen recaudo, o a recaudo. loc. adv. Bien custodiado, con seguridad. Ú. m. con los verbos estar, poner, etc. DRAE.
  • salto: robo
  • m. p. us. Tienda de cosas de poco precio o de lance DRAE. Here, el malbaratillo would be Sevilla's flea market.
  • La flota refers to the merchant fleet that plied between Spain and the New World, since
  • Sevilla was its home port. It sailed annually to the New World, so the loading of the fleet (cargazón) was a big occasion.
  • galeras: galleys. These great ships of war were rowed by criminals condemned to the galleys, hence the boys' fear that one day...
  • Del ár. al-qabala, el contrato, el impuesto concertado con el fisco... f. Tributo del tanto por ciento del precio que pagaba al fisco el vendedor en el contrato de compraventa y ambos contratantes en el de permuta DRAE. The equivalent of VAT.
  • 1. m. Sitio o tienda donde se guisan y dan de comer viandas ordinarias. 2. [m.] taberna DRAE.
  • el suyo: the antecedent is oficio: their occupation/employment.
  • sin examen: the reference is to taking a guild examination. without qualifications
  • f. Especie de cesta de esparto, palma u otra materia, con dos asas,... DRAE. You can see a basket made of esparto grass or palm leaves in the painting of a boy by Murillo. The basket was the message boy's sign of his trade as well as the tool of his trade.
  • f. Especie de cesta de esparto, palma u otra materia, con dos asas,... DRAE. You can see a basket made of esparto grass or palm leaves in the painting of a boy by Murillo. The basket was the message boy's sign of his trade as well as the tool of his trade.
  • f. ant. Hurto frecuente y pequeño DRAE.
  • ,2. [adj.]Lúcido, resplandeciente.3. [adj.] Nuevo en una actividad o clase; recién entrado en ella. Novio FLAMANTE.4. [adj.] Aplicado a cosas, acabado de hacer o de estrenar DRAE. This last sense seems to suit best the new sacks and baskets the boys were carrying.
  • 1. f. Gravedad y compostura en la actitud y el semblante.
  • medio estudiante. We musn't think that this character has met with a terrible accident. The fact is that the student, like many, also has a job, in this case as the sacristan in a convent and he is dressed correctly for carrying out duties inside a religious house. Hence he appears, just as the narrator says, medio estudiante. The narrator is more certain before the end of the paragraph: el que parecía estudiante.... The ambiguity is cleared up by the next encounter with the student at the end of this passage, who becomes the butt of Cortado's humour when referred to as His reverence the student, presumably in ironic deference to the student's sober appearance.
  • The phrase gives a sense of immediacy to the story being told: along comes the student, in a cold sweat...
  • Trasudar: tr. Exhalar o echar de sí trasudor. Trasudor m. Sudor tenue y leve DRAE.
  • quince escudos de oro en oro: this seems a tautology, until one remembers that coins were often made of impure metal, so that the authentic value of the escudos de oro is reaffirmed in this case.
  • The opposite of poner a buen recaudo: -- a buen recaudo, o a recaudo. 1. loc. adv. Bien custodiado, con seguridad. Ú. m. con los verbos estar, poner, etc . unless sir mislaid it/ put it in an unsafe place
  • para todo hay remedio si no es la muerte: the first part of the phrase is a familiar expression with a familiar after-thought tacked on: there a way out of everything, except death.
  • lo primero y principal: this phrase has an strong touch of formality, and is of the kind you would not find out of place in a public speech or formal document. That is, it is a high-register cliché.
  • The phrase is a common-place expression, particularly devoid of serious meaning.
  • A saying that expresses the idea of giving tit-for-tat, giving as good as you get., swings and roundabouts.
  • adj. fig. Dícese de cualquier cosa que siendo buena por sí, resulta más estimable por la adición de otra que la mejora. Pagaré un real sobre otro, y aun SAHUMADOS. This phrase is a figure of speech, and the translator would have to find an equivalent in English locution in English. To the best of my knowledge there is no English phrase that would be close to the Spanish idea of perfuming in smoke. You have to think of phrases like and perhaps he would return it with frills on, and perhaps he would return it worth a lot more again.
  • El sahumerio -- literally, the smoking. We can do without the smoking, he says, playing on the phrase volverla sahumada. The student's exasperation comes over, but Cortado is unstoppable. We can do without the frills is a possible translation, but that would depend on how you had translated the previous la volviese sahumada.
  • cartas... paulinas : remember that what Cortado is saying to the student is all in fact nonsense, designed to distract the victim of the crime. Together with the nonsense, Cortado actually commits errors (malapropisms); descomunión is a mistake for ex-comunión. That said, there is a sly display of knowledge here, in that cartas paulinas were indeed letters of ex-communication. See under excomunión: 3. [f.]Rel. paulina, carta de excomunión and under paulina : Del nombre del papa Paulo III. 1. f. Carta o despacho de excomunión que se expide en los tribunales pontificios para el descubrimiento de algunas cosas que se sospecha haber sido robadas u ocultadas maliciosamente.
  • Parecermehía = me parecería
  • incesto o sacrilegio. A malapropism, in part, since incesto is clearly not the word that Cortado wanted to say in order to express the enormity of the crime, although sacrilegio presumably is. What he really meant to say is obscure; nevertheless, the effect is comic.
  • The stolen money was a third part of the income from a chaplaincy. The student's conclusion that it was blessed, holy money is an absurd conclusion to the chain of associations set in motion by Cortado's accusation that the robber had committed sacrilege.
  • con su pan se lo coma. Expr. fig. con que uno da a entender la indiferencia con que mira el medro, la conducta o resolución de otra persona. The expression indicates the speaker's indifference to what is happening to the other person: as he makes his bed, so must he lie in it.
  • Renta la puta que me parió. The student's exasperation boils over in the face of Cortado's impertinent and eager question about how much the annual income from the chaplaincy was. Variants on the word puta (whore) and the highly denigratory description (que me parió)are common forms of verbal abuse in Spanish. --PUTA 1. adj. Dícese como calificación denigratoria (Me quedé en la PUTA calle), aunque por antífrasis puede resultar encarecedor (Ha vuelto a ganar. ¡Qué PUTA suerte tiene!). To hell with the income!; Bugger the income! An lurid and comic example of swearing.
  • [m.]fig. Cosa insignificante, de poco o ningún valor. Ú. en frases como dársele o no dársele a uno un ARDITE; no estimarse en un ARDITE; no importar o no valer una cosa un ARDITE
  • Del ár. al-qattara, la que destila, el alambique. 1. f. alambique. That is, a still or alembic (vessel for distillation]. ..To wipe away the sweat that poured from his face like drops from a still.
  • las Gradas: the steps that surround the cathedral of Sevilla. See the reference material on Sevilla.
  • bernardinas: this information is an important piece of linguistic back-up. Cervantes identifies the linguistic strategy used by the con-man, Cheap Jack, to divert the attention of his victim in order to effect the intended theft, deception etc. It is called patter or jaw in English. Cortado had already demonstrated his skill at this form of linguistic distraction in his earlier encounter with the student; a jumble of proverbs, sayings, formulaic utterances delivered without allowing the student a chance to intervene. Bernardinas is the technical term for this thieves' patter. The DRAE notes the term is of uncertain origin and defines it as a synonym of fanfarronada, which is a little imprecise De or. inc... f. fam. fanfarronada. Ú. t. en pl.
  • An important word in the psychology of patter: the victim is lulled, hypnotised by the flow of words. Embelesar:.. tr. Suspender, arrebatar, cautivar los sentidos. Ú. t. c. prnl.
  • voacé: de vosa merced. com. ant. usted. i.e. an ancient form of usted. Once more the politeness of address between thieves and rogues is noted.
  • de mala entrada. This phrase means: being a thief. With the phrase we are taken into another specialised linguistic area, the special language of the crooks' underworld. This language is known in Spanish as germanía.* It is a private language spoken among the brotherhood of thieves and its function is to mask their activities from those in the outside world who are not in the know about what their words signify. Rinconete and Cortadillo fall into this category, in their ignorance of the thieves' language. Unravelling this jargon will occupy much of the ensuing narrative. *GERMANIA: Del lat. germanus, hermano... f. Jerga o manera de hablar de ladrones y rufianes, usada por ellos solos y compuesta de voces del idioma español con significación distinta de la verdadera, y de otros muchos vocablos de orígenes muy diversos.
  • germanía: understand
  • Germ. Ladrón o ratero (cat-burglar).
  • Cortado, not to be caught out, pretends to have understood the question, and falls victim to humour.
  • I'll spoon-feed you, I suppose is a possible translation. The boy then goes on to gloss his jargon in normal language.
  • The word normally means Customs' House; here, it is used as jargon to mean thieves' den. However, it also introduces the theme of how the language and customs of the thieves parallel the world outside the court of miracles. Monipodio runs a pseudo Customs' House, in that the traffic of (stolen) goods comes to his HQ for registration, evaluation, taxation etc.
  • The germanesco use of family terms to signify members of a gang of thieves is familiar to us from the mafia's term godfather.
  • HORRO: ... [adj.]Libre, exento, desembarazado. PECHO: m. Tributo que se pagaba al rey o señor territorial por razón de los bienes o haciendas DRAE. ALCABALA: Del ár. al-qabala, el contrato, el impuesto concertado con el fisco... f. Tributo del tanto por ciento del precio que pagaba al fisco el vendedor en el contrato de compraventa y ambos contratantes en el de permuta. So, exempt, free of tax.
  • Cortado refers to the only type of payment he associates with thievery, namely when the thief pays for his crimes, not taken one by one but altogether, and the collateral for the risks he takes are his neck and his back i.e. he pays on the gallows or in a public whipping.
  • Quizá del lat. promptare: descubrir. BARRUNTAR: 1. tr. Prever, conjeturar o presentir por alguna señal o indicio. The meaning of tener barruntos is obvious.
  • 1. m. Germ. Término o fin. 2 [m.]Germ. Horca de los condenados a esta pena. Under Monipodio's regime,only four have gone to the gallows.
  • Germ. whippings
  • Germ. galleys
  • m. Tiempo destinado para la probación en las religiones, antes de profesar DRAE. i.e. noviciate. The primary area of meaning is ecclesiastical but the word is also applied to apprenticeship in a more generalised way: [m.]fig. Tiempo primero que se gasta en aprender cualquier facultad y en experimentar los ejercicios y actos de ella, y las ventajas y daños que puede traer DRAE.
  • m. y f. Cualquier persona, respecto de sus padrinos. This is the godfather system at work in the language of the thieves' den
  • buena y santa. The antecedent is the feminine word orden.
  • The boy's language is now peppered with terms from germanía; rather than check out each word, you may find it easier to consult the translation provided.
  • de perlas. loc. adv. Perfectamente, de molde.
  • solomico: a malapropism. The boy wanted to say sodomita = queer, = [adj.]Que comete sodomía. Ú. t. c. s., but got it wrong. Homosexuality was a serious offense in early modern Spain, and not a very amusing topic, but the ludic quality in the passage sustains a mood of light humour in the banter between the boys.
  • carmín m. Materia de color rojo encendido.
  • Of the following meanings in the DRAE, one at least should fit: Del ár. al-haya, la cosa necesaria, el utensilio.1. f. joya.2. [f.]Adorno o mueble precioso.3. [f.]fig. Cualquier otra cosa de mucho valor y estima. Probably furniture and fittings.
  • Espada de esgrima = 1. espada negra. = 1. La de hierro, sin lustre ni corte, con un botón en la punta, que se usa en el juego de la esgrima. A fencing sword, foil.
  • broquel: 1. m. Escudo pequeño de madera o corcho. A cork shield. These are hardly offensive weapons, but decorations for the wall.
  • esteras de enea: rush mats.
  • f. Reproducción de un dibujo, pintura, fotografía, etc., trasladada al papel o a otra materia, por medio del tórculo o prensa, desde la lámina de metal o madera en que está grabada, o desde la piedra litográfica en que está dibujada DRAE. one of these poor quality prints.
  • almofía: 1. f. jofaina. Basin, wash-bowl.
  • cepo: 7. [m.]cepillo para recoger limosnas, donativos, etc. Money-box for receiving donations placed below a sacred image in the church.
  • dos de la esportilla: refers to the message-boys who fetched and carried goods in their baskets.
  • bayeta: 1. f. Tela de lana, floja y poco tupida. Baize, or felt. These were cheap, unwoven materials.
  • anteojos: spectacles. 4. [m.]Gafas o lentes DRAE.
  • cuentas: 8. [f.]Cada una de las bolitas ensartadas que componen el rosario y sirven para llevar la cuenta de las oraciones que se rezan; y por semejanza, cualquier pieza ensartada o taladrada para collar. Rosary beads. : each with a rosary of noisy beads in his hands.
  • halduda: 1. adj. faldudo. = 1. adj. Que tiene mucha falda. An old woman with an ample skirt.
  • 1. f. Cuello grande y vuelto sobre la espalda, hombros y pecho, que se usó especialmente en los siglos XVI y XVII.. The bravos y bizarros mozos, swaggering young bloods, with broad-brimmed hats, Walloon collars, coloured hose,... The Walloon collar was a fine linen collar that covered the shoulders, back and chest.
  • balumba: 1. f. Bulto que hacen muchas cosas juntas". "Voluminous garters, presumably made of complex, tangled bows.
  • pretina: 1. f. Correa o cinta con hebilla o broche para sujetar en la cintura ciertas prendas de ropa. Their bucklers hung from their belts. These were real jigolos, mobsters, who, as soon as they came in, eyed the two boys askance, to show their surprise at seeing them there and not knowing them.
  • la sazón y punta en que... The phrase invests the descent of Monipodio with a certain sense of occasion and gravity; sazón = 2. [f.]Ocasión, tiempo oportuno o coyuntura.
  • Monipodio is a corruption of monopolio [Alteración de monopolio DRAE] , and has an autonomous meaning associated with criminality. Monipodio: 1. m. Convenio de personas que se asocian y confabulan para fines ilícitos DRAE. His name has an obvious significance for the character, a kind of gangster by antonomasia.
  • enchancletar: 1. tr. Poner las chancletas, o llevar zapatos sin acabar de calzarlos, a modo de chancletas. Ú. t. c. prnl.
  • [m.]fig. y fam. Calzones muy anchos, largos y mal hechos. Breeches, with deep slashes, that reached down to his ankles.
  • Gente de la hampa. f. Conjunto de maleantes, los cuales, unidos en una especie de sociedad, cometían robos y otros desafueros, y usaban un lenguaje particular, llamado jerigonza o germanía. The criminal world. Just as the Chicago gangsters wore distinctive sombreros, so too Monipodio's gente de la hampa.
  • Del ár. tahlil, estuche, colgado de una banda, en que se guardaban oraciones como amuletos. 1. m. Tira de cuero, ante, lienzo u otra materia, que cruza desde el hombro derecho por el lado izquierdo hasta la cintura, donde se juntan los dos cabos y se pone la espada. DRAE. Rather like a Sam Brown.
  • This is a reference to a make of sword, manufactured in Toledo, which had a puppy stamped on the blade as a trademark. They were costly. Monipodio's sword is like an authentic puppy.
  • hembras y remachadasThe meaning would seem to be that his nails were concave and cut square across the top. Remachar: 1. tr. Machacar la punta o la cabeza del clavo ya clavado, para mayor firmeza.
  • 1. adj. Extraordinario, monstruoso, enorme, muy distante de lo común en su línea.
  • juanete: bunion. Juanetudo: 1. adj. Que tiene juanetes, abultamientos en el arranque del dedo grueso del pie DRAE.
  • A malapropism which the boy has already committed.
  • See mogate in the DRAE. A medio mogate: 2. [loc.]fig. y fam. p. us. Con descuido o poca advertencia en lo que se ejecuta; sin la perfección debida.
  • [m.]ant. sombrero, prenda de la cabeza de copa y ala.
  • The boy shrewdly wards off revealing his place of birth and parents by recalling the extensive enquiries that accompanied the award of a knighthood, or other honour; he is not after an hábito.
  • An example of the future subjunctive, now virtually eliminated from usage except in a number of set phrases.
  • 1. m. y f. Voz con que se suple el nombre de una persona, cuando se ignora o a propósito no se quiere expresar. 2. [m. y f.] Persona indeterminada o imaginaria. So-and-so, son of such-and-such, ... Monipodio refers to an entry under the lawyer's sign or in the day-book confirming that a death sentence or a flogging has been carried out.
  • The phrase appropriates a formula of authority. Again, we note the parodic effect: the phrase, signifying the authorised voice of legal authority, is transferred without an awareness of how incongruously it fits the marginalised context. For those inside the underworld, language maintains its transparency, though the outsider sees clearly that usage has become problematic..
  • Rinconete and Cortadillo: as token of the boys' acceptance into the cofradía, they are renamed, as indeed happens in religious orders. The diminutives, as Monipodio spells out, suit their age.
  • [loc.]fig. Bien, perfectamente, con maestría.
  • To be noted again: the terminology of organised labour, the guild, is applied to the association of thieves.
  • Note the malapropism, for estipendio. There is a fantasic linguistic muddle going on here on the part of Monipodio, a mixture of high-register borrowings, germanía, malapropisms. This linguistic vignette is a masterpiece of writing by Cervantes, capturing perfectly the contradictions and absurdity of this gauche monster whose word is (God help us all, one may add) law.
  • Germanía: tr. robar.
  • malapropism; he should have said sufragio, but confuses this difficult, high-register word with another, meaning shipwreck.
  • m. Germ. Oficial inferior de justicia.
  • [m.]fig. Abundancia de cosas que rápidamente y como de golpe concurren o se derraman, DRAE. A torrent. This is an interesting piece of dramatisation by Monipodio, a small reenactment on his part of a scene in the street, a turn in the theatre of criminality. It is part of Cervantes' perception of his gangland boss that he has a certain theatricality about him.
  • There is a kind of burlesque litany at work here, recalling the pater noster; las socorridas are prostitutes, though the term used suggests an order of nuns; but these who bring succour do so in this case by the sweat of their bodies.
  • Trena and guras are germanía for prison and galleys respectively. However, the DRAE gives guras the following meaning: Abrev. probable de gurapas . f. Germ. La justicia. . As you already know from studying the pictorial material on Sevilla, gurapas is germanía for galleys. The meaning indicated on page 82, note 195 of Castalia didáctica is preferable.
  • adversario; malapropism for aniversario.
  • Another howler committed in popa y soledad = pompa y solemnidad. Popa - poop of a ship; soledad = solitary, remote place.
  • postas: [f.]ant. Mil. Gente apostada; y en tal sentido se solía dar este nombre al soldado que estaba de centinela.
  • .1. tr. acechar. are on the alert; qui vive.
  • Floreo is a fencing term (flourish), and Vilhán was reputed to be the man who invented card-games. The phrase refers to card tricks.
  • A card-sharper's trick of keeping cards back when dealing, to replace them by others which are less valuable.
  • This term, from humo = smoke, refers to marking the cards
  • En el juego del hombre y otros de naipes, lance en que se hacen todas las bazas necesarias para ganar, sin ayuda de robo ni de compañero. A term in card-swindling; it does not refer to solitaire but to the dealer preparing the pack beforehand and being able to swindle without the help of another.
  • A trick similar to la sola.
  • A trick similar to las cuatro and la sola
  • Germ. En juegos de naipes, raspa de los fulleros. This refers to how the swindler would roughen part of a card so that it could be recognised by touch.
  • As the name suggests (verruga in English is a wart or pimple], this consisted of pressing the head of a pin into a card, enough to cause a small bump to appear on the other side of the playing card. This would be recognisable to touch.
  • A colourful term, referring to how the card-sharper would polish up part of the card's surface with a boar's tusk, & this could be recognised by touch.
  • la boca del lobo: a hollow made in the middle of the pack by bending a card, which would determine where the cut was made.
  • The phrase refers to the assistant of a card-cheat, who would help him trick his victim.
  • Another trick, whereby a card is inserted illegally into the pack.
  • loc. fig. y fam. El más hábil, prudente o experimentado.
  • de cantueso. The phrase means, according to the DRAE, fig. y fam. Cosa fútil o de poca entidad. Cantueso is lavender. There is a play of language here; flores means flowers, blossoms, &card-tricks; it is not clear why lavender had the reputation of being useless.
  • blanco means naive, inadvertent.
  • de media noche abajo: the hours when the gambler is at the mercy of the card-sharpers.
  • This is a refrán; softly, softly catchee monkey, Rome wasn't built in a day
  • Monipodio returns to the language of the guild, indicating that Rinconete will one day turn out a famous operative (as a card sharper], perhaps even a pastmaster.
  • The phrase, belonging to germanía, &refers to the pick-pocket putting two fingers in &getting five-fingers-full when he takes his hand out of the pocket that he has picked.
  • gorja is germanía for garganta = throat. This is the jargon of the criminal world, as they talk about keeping one's mouth shut under torture (a feature of the judicial process).
  • Again, the language of the guild is appropriated, as Monipodio relieves the boys of the year of apprenticeship in consideration of their current experience.
  • DRAE: f. Impuesto eclesiástico que consistía en la renta o frutos correspondientes al primer año de posesión de cualquier beneficio o empleo. This is yet another example how an respectable term, meaning the income from a benefice, is imported into the jargon of thieves without any apparent awareness on their part of how absurd it is in the new context.
  • germanía: the phrase means to drink wine, which has not been baptised i.e. strong wine which is not watered down. This is one of the further privileges granted the boys.
  • The phrase means to participate in the distribution [of stolen goods].
  • entrujar (germanía) = robar.
  • Germanía: constabulary.
  • From the verb caber: Who was in charge of St Salvator's?
  • dar uno al traste con una cosa.1. fr. Destruirla, echarla a perder, malbaratarla. ...which went missing with fifteen escudos...
  • no haber levas con uno. 1. fr. fam. No haber para con él traza ni subterfugio que valga. No one plays a fast one on me, Monipodio!
  • Del ár. ziqq, odre. 1. f. Germ.: bolsa para el dinero.
  • Proverbial.
  • Al volver que volvió. A circumlocution that reinforces the preterite: Once Monipodio returned ...
  • The verb afeitarse here means to put on make-up; painted, made-up.
  • Del ár. al-bayad, la blancura.1. m. Carbonato básico del plomo. Es sólido, de color blanco y se emplea en la pintura. White-lead was also used in cosmetics.
  • Del nombre de la ciudad flamenca Hondschoote, a través del ant. fr. anascot. 1. m. Tela delgada de lana, asargada por ambos lados, que usan para sus hábitos varias órdenes religiosas. También la emplean para sus vestidos las mujeres del pueblo en algunas provincias de España. 2. [m.]ant. Tela de seda, parecida a la sarga. The point is that prostitutes in Sevilla were required to wear medios mantos, that is, shawls folded double, made of anascote [serge]
  • Brothel.
  • Germ. go-between; prostitute's companion
  • laundry basket
  • filled with what God had been pleased [to provide]. Note the irony caused by the pious sentiment of gratitude and the reality.
  • The phrase refers to eating: once they had eaten,.... DRAE fr. fig. y fam. Tomar un refrigerio entre dos comidas; to take a refreshment between meals.
  • a headache
  • Ash that was added to the lye used for washing clothes
  • sweating profusely; the sweat pouring off them.
  • germ.: purse
  • .1. tr. Sacar de la banasta lo que estaba en ella. Banasta = f. Cesto grande formado de mimbres o listas de madera delgadas y entretejidas. Las hay de distintos tamaños y figuras.
  • ...as God may deliver us all from the power of justice, I swear I haven't touched the basket and that it is as complete as when it was born. The joke lies not only in the parodic echo of the Lord's Prayer [and deliver us from evil] but in the comparison the old woman's language implies between the basket, in its untouched state, and a virgin as complete as the day she was born. The transfer of language from intact virginity to the state of the basket reflects the old woman's trade in sex.
  • In germanía sorna means [DRAE] noche, tiempo sin luz solar. So Monipodio is saying he will check the basket out when night falls.
  • hacer cala, o hacer cala y cata. fr. Reconocer alguna cosa para saber su cantidad o calidad. Se usó primero en minería con el sentido de calicata. The DRAE definition of the phrase suggests an origen in mining
  • Medida de líquidos que varía de peso según las provincias y los mismos líquidos. DRAE.
  • The bowl that accompanied the leather bottle easily held about 2 litres; quite a hefty draught of wine.
  • Guadalcanal: a district near Sevilla which had fame as a wine-producing area.
  • un es no es: the fellow (referring to the wine) has a tad of plaster/ there's a trace of plaster in the fellow.
  • .1. adj. Muy añejo. 2. [adj.]tresañejo. Either, then, very old or three years old.
  • .1. f. Especie de bolsa que pendía de la cintura.
  • [m. y f.]fig. Intercesor o medianero. These saints intercede for her. La Gananciosa is, of course, a prostitute and so she has chosen her saints with special care. Saint Michael is one of archangels who lead the angels against the devil and his host in Revelations, so a powerful interceder for a fallen woman. San Blas is the saint who advocates on behalf of illness to ears, nose and throat. The throat may be the bodily part of the criminal which is particularly at risk, from the hangman's noose. The explanation is given for La Gananciosa's special devotion to Santa Lucía.
  • Persona encargada por el testador o por el juez de cumplir la última voluntad y custodiar los bienes del finado. That is, executor.