Las Soledades de Luis de Gongora Argote

Soledades page 12

  1. El que de cabras fué dos veces ciento
  2. esposo casi un lustro (cuyo diente
  3. no perdonó a racimo, aun en la frente
  4. de Baco, cuanto más en su sarmiento,
  5. triunfador siempre de celosas lides,
  6. lo coronó el Amor; mas rival tierno,
  7. breve de barba y duro no de cuerno,
  8. redimió con su muerte tantas vides),
  9. servido ya en cecina,
  10. purpúreos hilos es de grana fina.
  11. Sobre corchos después, más regalado
  12. sueño le solicitan pieles blandas,
  13. que al Príncipe entre holandas,
  14. púrpura Tyria o Milanés brocado.
  15. No de humosos vinos agravado
  16. es Sísifo en la cuesta, sí en la cumbre
  17. de ponderosa vana pesadumbre
  18. es, cuanto más despierto, más burlado.
  19. De trompa militar no, o destemplado
  20. son de cajas fué el sueño interrumpido;
  21. de can sí embravecido

Commentary

Dámaso Alonso

Line 153 - 173
También le sirven, en rojizos hilos como de fina grana, cecina de macho cabrío: de un macho cabrio que había sido durante casi cinco años esposo de más de dos cientas cabras, tan atrevido que jamás perdonó racimo su diente, aunque estuviese coronando la misma frente de Baco (y menos aun si el racimo estaba simplemente en las vides), macho al que el Amor coronó siempre como vencedor en los combates que por celos y a testarazos mantienen unos cabrones con otros, hasta que se presentó un rival joven, de poca barbilla, de cuerno no muy duro, que le venció, librando asi con la muerte del viejo tantas vides como éste aún hubiera podido desmochar.
163
Después se tiende nuestro joven sobre un lecho de corchos cubierto de blandas pieles que le facilitan un sueño más regalado que el del príncipe que duerme entre sábanas de Holanda, púrpura de Tiro o brocado milanés. No ha bebido vinos anejos que puedan agravar su dormir con pesadillas afanosas, con ensueños de poder que le hagan verse (como al Sísifo mitológico, que fué condenado a subir eternamente un enorme peñasco a una altísima montaña) subiendo con ansia la cuesta de la ambición, ni que cuando parece que está ya en la cumbre 5, el despertar le traiga a lo real, y quede burlado del mismo peso de su desmoronada vanagloria. Ni fué su sueño interrumpido por el estruendo de trompa militar o por el son de destempladas cajas, sino sólo por el perro que entre las tinieblas de lanoche ladraba enfurecido contra la hoja seca que el viento arrancó de algún roble.

Salcedo Coronel

Primera Soledad page 12
no notes.

Analysis

The periphrasis avoids mentioning the word that the description , with its insinuations of a billy goat's lechery, bring most to mind - un cabrón. The digression into cured meat is a mini-epic that celebrates the amorous and martial exploits of the goat. Until, that is, he was butted not only to defeat but to death by a rival tierno and then turned into cecina. You note the witty ambiguity of tierno, referring both to tender in years, tender in meat, tender in sentiments. The humour continues into the next line with the double-take: redimió con su muerte tantas vidas is what one would expect as a commonplace of Christology, but instead we get, at the end of the phrase, vides . One wonders what this crossing of Christ's sacrifice and the passing away of an old goat achieves? 161: the truth is out; goat is stringy (hilos) meat.
163
The comparison is made between the pilgrim sleeping on a bed of cork bark and the Prince between fine sheets and bedclothes. So we return to the theme of menosprecio de la Corte, alabanza de la aldea.
167 ...
The allusion to Sisyphus is to the man who laboured to push a boulder up a hill only to see it roll down the other side; so his task was never-ending. But Góngora is creative with mythology; the prince, his head swimming with the wine consumed, labours not Sysiphus labouring on the slopes, but labouring to keep on the summit.
170 ...
These lines are suggestive of the fear that keeps the Prince awake at night: fear of armed insurrection (trumpets and drums sounding in the dead of night); in the countryside, it is the dog that barked that woke the pilgrim up, for there is fear, but of another kind, in the countryside.